El granito es un material increíblemente popular para encimeras debido a su durabilidad y belleza natural. Sin embargo, a veces puede sufrir pequeños daños, como arañazos o astillas. Pero, ¿reparar esas pequeñas imperfecciones es realmente sencillo? La respuesta es que generalmente sí, especialmente si se trata de superficies pequeñas donde la intervención puede ser más precisa y controlada. Si consideramos un pequeño arañazo, de unos pocos milímetros de profundidad, hay kits de reparación disponibles en el mercado que cuestan entre 20 y 50 euros, un costo bastante razonable comparado con reemplazar una sección entera.
En 2020, un estudio mostró que más del 60% de los propietarios de viviendas con encimeras de granito optaron por reparaciones menores debido a daños leves en lugar de reemplazar toda la encimera. Esto no solo representa un ahorro significativo en términos de costos, sino que también respeta la sostenibilidad al extender la vida útil del material. Y la vida útil del granito es una de sus mayores ventajas; bien mantenido, puede durar muchas décadas.
Un buen ejemplo es el caso de muchas empresas de mantenimiento del hogar que ofrecen servicios de reparación. Estas compañías emplean técnicas especializadas para parchear y pulir pequeñas áreas dañadas, haciendo que las encimeras luzcan como nuevas. En el ámbito industrial, se utilizan herramientas específicas como pulidoras con discos diamantados para eliminar arañazos, un proceso que, para áreas pequeñas, puede llevar una media de una a dos horas dependiendo de la gravedad del daño.
Para aquellos que se preguntan si deben reparar por su cuenta o llamar a un profesional, la decisión puede depender del tiempo y la confianza en el manejo de herramientas. Muchos optan por el reparar granito utilizando kits caseros, que incluyen lijas de diferentes grosores y resinas coloridas para las astillas. Estos kits están diseñados para ser fáciles de usar, incluso para aquellos sin mucha experiencia.
En conclusión, lidiar con imperfecciones menores en granito no solo es manejable, sino que, desde una perspectiva económica y ambiental, es la opción más acertada. Siguiendo pasos simples y utilizando las herramientas adecuadas, incluso un pequeño daño en una encimera puede repararse sin mayores complicaciones ni costos exorbitantes.